Esta fue la típica escapada que haces entre semana con el colega del trabajo, y que resulta tener un toque más atractivo e interesante que las de los fines de semana, ya manidas por ser las más habituales.
Coincidía en ese día también que una servidora estrenaba por vez primera esas cosas metálicas, aparatosas y afiladas que se colocan en las botas llamadas crampones, que para mi sorpresa, resultaron ser más cómodos de los esperado, y sobre todo, una se da cuenta del porqué de tener que llevar cargando en la mochila esa cosa tan pesada y abultada.
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